Colima, un estado en el oeste de México, sigue siendo azotado por la violencia y las desigualdades sociales. A pesar de los esfuerzos gubernamentales para mejorar la situación, las estadísticas oficiales reflejan un panorama sombrío. Alrededor de la mitad del período de gobierno actual, liderada por la gobernadora Indira Vizcaíno Silva, el estado sigue padeciendo graves problemas en materia de salud y economía.
La violencia es una realidad cotidiana para muchos colimecos. Según el Índice de Paz México 2025, Colima ocupa el primer lugar en la lista nacional de homicidios dolosos, con una tasa alarmante de 140 asesinatos por cada 100 mil habitantes. Esto significa que Colima es la entidad más violenta del país, y su gente vive con el constante temor a la violencia.
La situación económica tampoco es alentadora. El Índice de Paz México 2025 también estima que el impacto económico de la violencia en Colima asciende a decenas de millones de pesos anuales. Esto se traduce en una mayor pobreza y desempleo, lo que a su vez afecta negativamente la calidad de vida de los colimecos.
La salud pública también es un área de preocupación grave en Colima. La entidad tiene uno de los índices de mortalidad infantil más altos del país, y su tasa de mortalidad por enfermedades crónicas es significativamente mayor que la nacional. Esto se debe en parte a la falta de infraestructura médica y la escasez de recursos para atender las necesidades sanitarias de la población.
A pesar de estas difíciles condiciones, hay signos de resistencia y esperanza en Colima. Organizaciones comunitarias y sociales están trabajando arduamente para mejorar la situación, mediante programas de educación, salud y violencia cero. También hay esfuerzos gubernamentales para impulsar el desarrollo económico y social en la entidad.
Sin embargo, la población de Colima siente cada vez más desprotegida ante la falta de resultados tangibles en materia de seguridad y economía. La gente se pregunta si los esfuerzos gubernamentales son suficientes para abordar los graves problemas que aquejan al estado. Es un desafío importante para el gobierno y la sociedad civil en Colima, trabajar juntos para crear un entorno más seguro y próspero para sus ciudadanos.
En resumen, Colima es un estado en México que enfrenta una serie de desafíos graves en materia de violencia, salud y economía. Aunque hay signos de esperanza y resistencia, la población siente cada vez más desprotegida ante la falta de resultados tangibles. Es hora de que el gobierno y la sociedad civil trabajen juntos para abordar estos problemas y crear un futuro más brillante para los colimecos.