A los venezolanos Agustín Zubillaga y Luis Jiménez les llevó ocho años la realización de su segundo álbum, “Alta fidelidad”, cuyo lanzamiento quisieron celebrar junto a sus fans. Organizaron una experiencia inmersiva en Casa Lucerna, que incluía cuatro pantallas en las que se podían ver momentos importantes de la grabación del disco.
La experiencia resultó una novedad para sus seguidores, pues conforme caminaban, el sonido se ecualizaba de acuerdo al gusto de los asistentes.
Previamente, en entrevista con El Sol de México, los músicos hablaron de esta producción. “Es el disco más puro, genuino y el que más nos representa a la fecha. Nos resultó un reto este segundo álbum, porque teníamos que superar las expectativas de nuestro álbum debut, ‘Clásico’. ‘Alta fidelidad’ es una bendición, pero trae su sombra y su luz”, declaró Luis.
“Volvimos a la esencia de cómo fue que creamos el primer álbum, de olvidarnos de resultados. Por eso buscamos canciones honestas, reales, que nos representen, de ahí viene el título, porque es fiel a nuestro sonido, fiel a nuestra identidad y a lo que creemos”, agregó.
Agustín describió cuál es su esencia musical como dueto: “Lagos es muy intangible y difícil de definir. Nosotros tenemos como principio ser fiel a ti, a tu esencia, hacer mucha introspección, de quién eres tú y luego ser esa persona sin concesiones, sin excusas para contar nuestras historias desde la más pura honestidad”.
Respecto a la temática de su nuevo álbum, añadió: “Cada melodía es transicional, porque no tiene un desenlace. Todo el disco está en transición, como cuando todavía no se sabe qué va a pasar, si una relación sentimental va a funcionar, es un poco eso, la incertidumbre”.